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Moncloa renuncia a exportar gas por el corredor Barcelona-Marsella y espera así que lo pague la UE

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Sánchez aseguró que el BarMar, ahora llamado "hidroducto" trasladaría gas antes que hidrógeno, pero tira la toalla en línea con el deseo de Macron

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente francés, Emmanuel Macron, el pasado 24 de octubre en Bruselas
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente francés, Emmanuel Macron, el pasado 24 de octubre en BruselasMUNDO

Moncloa renuncia a que pase gas por la futura nueva interconexión entre Barcelona y Marsella acordada el pasado octubre, en contra de lo que anunció entonces el propìo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La razón que facilitan fuentes oficiales de Moncloa es que es clave conseguir la financiación de la Unión Europea y que sus reglas son pagar sólo nuevas infraestructuras dedicadas al hidrógeno y no para energía fósil como el gas. De hecho, en Moncloa ya llaman a la tubería "hidroducto" y no gasoducto.

Sánchez aseguró, sin embargo, que serviría para exportar gas durante un período transitorio para aprovechar la capacidad de regasificación de España que supera el tercio de toda la disponible en la Unión Europea.

Finalmente ha tirado la toalla por la posición francesa y la necesidad de financiación para el costoso proyecto que, según los operadores gasistas franceses, puede alcanzar los 2.000 millones de euros en total.

Como ya adelantó este diario el pasado día 2, Francia ha puesto como condición que sólo transite hidrógeno y España lo acepta en un acuerdo que será formalizado el próximo día 9 en una reunión en Alicante entre los tres protagonistas del acuerdo inicial.

Tanto el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el primer ministro portugués, António Costa, se reunirán este viernes al margen de la Cumbre Euromed de los nueve países del sur de Europa, para intentar detallar más el proyecto. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en señal simbólica de que, al ser hidroducto, habrá respaldo financiero comunitario si es que se termina construyendo la nueva infraestructura, que es aún lejana. Fuentes oficiales de Moncloa eluden adelantar plazos, pero en Francia mantienen desde el primer momento que no estará terminado antes de 2030, un plazo más largo que el manejado también inicialmente por el Gobierno español.

Moncloa ha dejado abierta la puerta no obstante, a que si la Unión Europea modificara las reglas de financiación de los llamados Proyectos de Interés Común (PCI), podría haber un replanteamiento, pero han asegurado que su escenario central es ya que sólo pase hidrógeno. El compromiso de España, Portugal y Francia es presentar la petición formal de financiación antes de la fecha límite del 15 de diciembre para conseguir la etiqueta del PCI.

En Moncloa descartan también el proyecto de gasoducto alternativo que había manejado Sánchez como alternativa al transpirenaico Midcat, vetado por Macron. Se trata del que iba a enlazar Barcelona con Livorno en Italia y que prometió en su programa electoral la nueva primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Ésta asistirá a la cumbre Euromed, pero no al encuentro previo entre Francia, España y Portugal.

Fuentes de Moncloa sí confirman que en la cita de Alicante se producirá la primera reunión bilateral entre Sánchez y Meloni, aunque la presentan como un encuentro corto y de cortesía. El líder socialista sitúa a Meloni en la "ultraderecha" y ha sido muy crítico con su programa. No obstante, en Moncloa subrayan la importancia de las relaciones entre ambos países y la afinidad que existe en algunos asuntos como la necesidad de reformar el mercado energético y poner topes al precio del gas.

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