La Policía Nacional ha desmantelado en el municipio toledano de Yeles una 'granja' de criptomonedas ubicada en un chalet. Ariete en mano, un grupo de agentes ha echado abajo la puerta de la vivienda en la que se encontraba la instalación de minería de criptomonedas.
"En su interior ha sido identificada una mujer como presunta responsable de un delito de defraudación del fluido eléctrico ya que, para mantener la instalación, habría realizado una acometida eléctrica con un elevado consumo ilegal", según asegura la Policía en un comunicado.
El delito de defraudación del fluido eléctrico se encuentra castigado con una pena de multa de entre 3 y 12 meses. En el caso de que la cantidad defraudada no supere los 400 euros, la multa sería de uno a tres meses.
Según informó la Policía, la investigación se inició al detectar un alto consumo eléctrica y una emisión térmica desprendida por la vivienda superior, que se correspondería con un domicilio familiar.
Unos indicios que se corresponden con los cultivos indoor de marihuana -como los presentes en infraviviendas y chalets de la Cañada Real- además de con las granjas de criptomonedas. Sin embargo, en este caso, durante la orden de entrada y registro en el inmueble, los agentes encontraron una maraña de equipos informáticos.
En este tipo de instalaciones para minar criptomonedas, la rentabilidad está habitualmente supeditada a uso precios de electricidad reducidos. Por este motivo, la investigada se servía de una conexión ilegal a la red de distribución de baja tensión mediante una acometida eléctrica trifásica con un elevado consumo ilegal. La mina contaba con 111 procesadores y sofisticados sistemas de climatización para evitar que aumentara la temperatura.
"En ocasiones", según indica la policía, "estas monedas se emplean como medio de pago habitual en actividades ilícitas vinculadas a delitos tecnológicos y el blanqueo de capitales. La investigación continúa abierta para el total esclarecimiento de los hechos".
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