El núcleo duro de Ciudadanos busca cómo rebajar la tensión que ha derivado en una guerra interna por el control de la formación. Después de que Inés Arrimadas instara este lunes a Edmundo Bal a retirar su candidatura a las primarias para trabajar en una lista de unidad y éste la animara a sumarse a su proyecto, ambos dirigentes se reunieron a última hora del día para tratar de avanzar en una solución que, en cualquier caso, no rompa al partido en el último tramo de su refundación.
Se trata del primer cara a cara entre la presidenta de Ciudadanos y su número dos desde que el portavoz parlamentario anunciara el viernes su deseo de concurrir a las primarias. Ambos se vieron -con Begoña Villacís también presente- en una cena con la militancia en Cuatro Vientos (Madrid) el mismo viernes, pero aplazaron toda negociación sobre las candidaturas a fechas siguientes. La rueda de prensa de Inés Arrimadas de este lunes, en la que advirtió a Bal de que ella se presentaría también si no retiraba su candidatura, precipitó la convocatoria de la reunión.
Según ha sabido este diario, el encuentro duró una hora y se celebró en el Congreso de los Diputados a petición de Arrimadas. Tal y como detallan fuentes de su entorno, la presidenta del partido "ve avances hacia la candidatura de unidad por la que apuesta y seguirá trabajando para conseguirlo".
Por su parte, Bal constató a través de redes el encuentro, aunque no explicó si se produjeron novedades: «Hemos hablado, como tantas veces, sobre el futuro de nuestro partido. Coincidimos en que todos somos necesarios para relanzar este proyecto y los afiliados de Cs, nuestra razón de ser», escribió.
"incertidumbre" en las bases
La relación entre Arrimadas y Bal se ha tensado y deteriorado notablemente por diferencias "ideológicas" en las últimas semanas, pero la presidenta tiene la intención de lograr que su portavoz parlamentario acceda a dar un paso atrás y seguir trabajando en un proyecto común.
"Sólo en el caso de que Edmundo no recapacite y retire su candidatura presentaré mi lista a la Asamblea del 15 de enero", ha remarcado Arrimadas en su primera intervención pública desde que Bal anunciara "por sorpresa" el pasado viernes su deseo de liderar el partido de forma alternativa a la actual dirección.
Un paso adelante que dejó en shock a la cúpula del partido, especialmente a los dirigentes más próximos a Arrimadas. Tal y como ha reconocido la presidenta del partido, el portavoz parlamentario era conocedor desde hace meses de su trabajo interno por alcanzar una lista conjunta, por lo que su anuncio ha generado "incertidumbre" en la militancia y las bases naranjas, y sitúa a la formación en un escenario delicado al decisivo año electoral que afronta la marca. "A pesar de todo lo que ha pasado, voy a seguir trabajando" por una lista de unidad, ha advertido la líder de la formación liberal, que horas más tarde se ha visto con Bal en el Congreso.
No obstante, el portavoz parlamentario ha disipado rápidamente la idea de retirar su lista y propuesto a la líder naranja que se sume, en todo caso, a su proyecto: Mi compañera Inés Arrimadas está de acuerdo con mi propuesta: una candidatura de unidad que recoja lo que los afiliados han expresado en la Refundación. Por eso presenté hace tres días una candidatura que ayude a recuperar la ilusión y de la que quiero que ella forme parte", ha escrito en redes minutos después de la intervención de Arrimadas. Tras la reunión, horas más tarde, desde el entorno del portavoz parlamentario se ha descartado realizar declaraciones o valoraciones del encuentro.
Bal: "Somos el hermano del PP"
Horas antes, Edmundo Bal ha deslizado su intención de lograr, si lidera Ciudadanos, un partido que vuelva a mirar la política de lado a lado, sin dar la espalda a ninguna formación constitucional. En una entrevista concedida a Onda Cero, el portavoz parlamentario naranja, a pesar de considerar que Pedro Sánchez es el peor presidente que ha tenido el Gobierno, ha incidido en la necesidad que, como partido liberal, Ciudadanos tiene de tender la mano al PSOE para que las decisiones de calado en nuestro país no las tomen las fuerzas independentistas que ahora mismo son aliadas de Sánchez, como son EH Bildu o ERC.
"Hemos dejado de ser percibidos como un partido útil, de centro", ha lamentado Bal, que define al actual Ciudadanos como "el hermano pequeño del PP". La sensación que cunde en la sociedad, ha añadido es que "el partido que solo puede pactar a un lado, que tiene un socio preferente". Para poner fin a esta dinámica, ha explicado, ha decidido dar el paso de presentarse a las primarias: "Eso se tiene que acabar".
La guerra en el partido naranja lleva escalando públicamente desde hace diez días. El punto álgido llegó el pasado viernes: Bal, por sorpresa, anunció ante los medios de comunicación su intención de liderar el partido. Arrimadas trató de frenar hasta "dos minutos antes" el movimiento pero no lo logró.
Ambos coincidieron la noche del viernes en una cena del partido en Madrid, junto a Begoña Villacís. A pesar de fotografiarse y apelar en sus intervenciones a la "unidad", no lograron ningún tipo de acuerdo. Por ello, Arrimadas emplazó a su portavoz parlamentario a reunirse presencialmente esta semana para tratar de conseguir una lista de unidad.
Tal y como publicó este domingo EL MUNDO, existe temor en las filas del partido a que el mes de diciembre, que es el tramo final de la refundación de Ciudadanos, se convierta en una guerra de listas entre los altos cargos del partido, algo que empañaría las últimas semanas del proceso de metamorfosis que afronta la marca liberal, algo en lo que ha incidido este lunes Arrimadas. Las primarias naranjas se celebrarán apenas unos días antes de la Asamblea General extraordinaria, convocada del 13 al 15 de enero.
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