La gripe es una enfermedad infecciosa respiratoria causada por virus que cambian ligeramente cada año, creando así epidemias estacionales anuales que suelen ser habituales en otoño e invierno. Es una de las pocas enfermedades infecciosas que un individuo puede experimentar varias veces a lo largo de su vida, independiente de su edad, su forma de vida o su lugar de residencia. Se puede manifestar en distintos niveles de gravedad y en algunos casos puede llegar a requerir hospitalización.
¿Cómo se transmite?
Principalmente a través de partículas presentes en el aire que se transmiten entre humanos mediante la tos, los estornudos o incluso tocando objetos contaminados por secreciones de una persona contagiada. Una persona puede contagiar a otros hasta cinco días después del inicio de los síntomas.
¿Cómo será la epidemia de gripe este año?
Tras dos años de calma en los que el Covid se ha impuesto a la gripe, la temporada de gripe 2022-2023 promete ser bastante intensa desde el punto de vista de la circulación del virus. La curva epidémica ha comenzado a dispararse a mediados de noviembre y el virus predominante es el A H3 N1.
¿Cuáles son los síntomas principales de la gripe?
En esta época del año hay varios virus respiratorios en circulación y todos ellos se caracterizan más o menos por los mismos síntomas. Es el caso del adenovirus, el virus sincitial, los rinovirus, la parainfluenza e incluso el Covid. Pero si hablamos de la gripe, hay tres síntomas muy característicos: el inicio repentino de fiebre alta, tos y dolores musculares. Otros síntomas habituales incluyen dolor de cabeza, escalofríos, pérdida de apetito, cansancio y dolor de garganta. La mayoría de personas se recupera en un plazo de entre siete y diez días y los niños y mayores de 65 años son los que más riesgo tienen de sufrir complicaciones como una neumonía.
¿A quién se recomienda vacunarse de la gripe?
Sí. Sanidad recomienda la vacuna de la gripe a los mayores de 65 años, personal sanitario, o a personas que pueden presentar riesgo de complicaciones derivadas de la gripe (como embarazadas o enfermos crónicos). La vacuna de la gripe no interfiere con otras y puede incluso inocularse en el mismo momento que la vacuna contra el Covid. Los anticuerpos tardan en torno a dos semanas en desarrollarse.
¿Qué tratamiento médico hay para la gripe?
El tratamiento principal son los antipiréticos, que sirven para bajar la fiebre y, en caso de que se tenga tos persistente o mucosidad también pueden ser útiles determinados aerosoles. Los antibióticos no están recomendados porque la gripe es una enfermedad viral, no bacteriana.
¿Por qué hay riesgo de que la gripe derive en complicaciones bacterianas?
Massimo Andreoni, profesor de Enfermedades Infecciosas en la Universidad Tor Vergata, responde: "Todas las enfermedades respiratorias virales desencadenan un proceso inflamatorio del tracto respiratorio superior e inferior en el que las bacterias encuentran un lugar para quedarse. En estos casos sí se deben prescribir antibióticos". Las complicaciones suelen ser más habituales en personas vulnerables o ancianos, ya que tienen el sistema inmunitario debilitado.
¿Es correcto hablar de gripe intestinal?
Andreoni asegura que los virus de la gripe son respiratorios, por lo tanto, atacan a las vías respiratorias. "Los problemas gastrointestinales son una complicación de la gripe", pero no es correcto hablar de gripe intestinal ya que estos virus "no atacan directamente al intestino", sentencia.
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