La imagen de Christofer, concursante de la primera edición de La isla de las tentaciones, corriendo por la playa en República Dominicana al grito desesperado de "¡Estefaníaaaa!" es historia de la televisión en España. Se convirtió en un fenómeno viral que se coló incluso en la gala de los Premios Goya y consiguió despertar el interés de público de todas las edades. Similar a lo que pasó cuando Jorge Berrocal pronunció la mítica frase de "¿Quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza?" en la primera edición de Gran Hermano.
Casi tres años después de aquel grito desesperado, La isla de las tentaciones está cerca de terminar su quinta entrega, ya ha confirmado -y grabado- una sexta edición y, aunque en esta última los datos de audiencia son algo más discretos que en sus predecesoras, sigue siendo líder los jueves por la noche. Este espacio de Telecinco acumula, de media, un 14,6% de share en su quinta temporada y, según datos de Mediaset, lo consume especialmente público de entre 18 y 34 años -con un 31,8% de cuota de pantalla-. Pero... ¿Cómo se graba La Isla de las Tentaciones?, ¿qué pasa detrás de las cámaras?, ¿cómo eligen a los concursantes?
En cada edición se traslada hasta República Dominicana un equipo de cerca de 80 profesionales entre personal de producción, técnicos, operadores de cámara o realizadores, a los que hay que sumar personal local que la productora (Cuarzo) contrata al llegar a la isla. La mayoría del equipo pasa allí aproximadamente un mes. Así lo desvela Juanra Gonzalo, director general de Cuarzo Producciones y productor ejecutivo de La Isla de las Tentaciones, que achaca parte del éxito del programa a la empatía que despierta en el espectador. "Permite que cada uno de nosotros nos pongamos en la piel de los protagonistas y pensemos qué haríamos en su lugar, cómo actuaríamos. ¿A quién no le hubiera gustado ver por un agujero en algún momento lo que hace su pareja cuando no están juntos?", reflexiona.
Detalles que se escapan de las cámaras
El programa elige a cinco parejas como concursantes, separa a los chicos de las chicas y les envía a dos mansiones de lujo -Villa Playa y Villa Paraíso-, donde convivirán con un séquito de pretendientes solteros dispuestos a hacer lo que sea por conquistar su corazón -o sus sábanas-. En pantalla se ve cómo es el día a día en estas villas del amor, pero hay detalles que se escapan de las cámaras, por ejemplo, dónde duermen los concursantes o qué hay detrás de esas fiestas que dejan las imágenes más calientes edición tras edición.
¿A quién no le hubiera gustado ver por un agujero en algún momento lo que hace su pareja cuando no están juntos?
Cada uno de los miembros de las parejas tiene su habitación con baño propio, pero los solteros y solteras -cuyos aposentos no aparecen en cámara- "duermen en otra zona de la villa y comparten dormitorio", desvela Gonzalo. Aunque les piden que mantengan sus habitaciones y las zonas comunes lo más ordenadas posible, de la limpieza diaria se ocupa el personal de las propias villas y la comida se la proporciona un cátering.
Otra de las grandes curiosidades para los telespectadores es cómo se suministra el alcohol a los concursantes. Durante las fiestas, es habitual verles bebiendo, pero nunca sale en cámara qué toman ni cómo se rellenan las copas. Según el productor ejecutivo del programa, los participantes sólo tienen a su libre disposición agua, zumos y refrescos. El consumo de bebidas alcohólicas está "rigurosamente controlado".
Hace poco, Diego James Lover, concursante de La isla de las tentaciones 3, reveló en su cuenta de TikTok cómo son las fiestas desde dentro: "Hay barra libre, pero con control". Según contó el joven, es el propio equipo del programa quien está pendiente de recargarles los vasos.
Durante estas fiestas nocturnas también es habitual verles jugando a la botella o pasándose hielos con la boca. Pero, ¿deciden ellos jugar por iniciativa propia o es parte del guion? Gonzalo, que considera que estos juegos son "universales" y que "casi todos hemos jugado en nuestros grupos de amigos cuando éramos jóvenes", incide en que son los concursantes quienes suelen proponer los juegos y "en alguna ocasión, el equipo les plantea hacer alguno". Aclara, además, que el feeling entre los protagonistas de cada edición y sus tentadores surge "de forma natural", sin que el equipo interceda de ningún modo.
Las revelaciones de los concursantes
Claudia Martínez, miembro de una de las parejas participantes en esta quinta edición, ha desvelado en su cuenta de TikTok otros secretos de La isla de las tentaciones, como que los concursantes no disponen de servicio de peluquería ni de maquillaje y que ellos mismos eligen la ropa que llevan en todo momento. "No tendría demasiado sentido que entrara gente a peinarles y maquillarles porque se rompería el ritmo de la grabación y tendrían demasiado contacto con gente que no está involucrada en la experiencia", explica Gonzalo.
Antes de partir hacia República Dominicana, la productora les avisa de la temática de cada fiesta y les envía una lista de cosas que deben llevar. Eso sí: aunque les da libertad para que vistan como quieran, es importante que en las hogueras y en otros momentos clave de las grabaciones no vayan vestidos del mismo color. "Es televisión y al final tiene que quedar todo bonito, armónico. Teníamos que ir diferentes, entonces a veces nos prestábamos ropa entre nosotras", explica Claudia.
Tienen que estar 24 horas pendientes de lo que hacemos y sobre todo de lo que decimos
Durante el tiempo que pasan grabando el programa, los concursantes no tienen móvil y no reciben ningún tipo de información del exterior, ni siquiera saben qué hora es. Además, aunque las villas están a pie de playa, tampoco pueden bañarse en el mar cuando quieran. "Allí no había cámaras ni micros y al final es un reality, tienen que estar 24 horas pendientes de lo que hacemos y sobre todo de lo que decimos", recalca la joven.
Y, para los más curiosos: las dos villas están en la misma zona de República Dominicana, pero ni los chicos ni las chicas saben con exactitud dónde se encuentra la casa donde se alojan sus parejas con su séquito de pretendientes. Así lo ha revelado Javi Redondo, otro de los concursantes de este año, que ha dejado uno de los momentos más icónicos de la edición al escaparse corriendo desesperadamente por la playa para colarse en la villa donde estaba su novia e intentar hablar con ella (sin éxito): "No tenía ni idea de dónde estaba. Yo salí corriendo playa abajo y cuando ví una casa con focos y muchas luces pensé que sería esa, y acerté", ha desvelado a sus seguidores.
¿Cómo se eligen a los concursantes de La isla de las tentaciones?
Pero, ¿cómo elige la productora a los concursantes para asegurarse de que darán a los espectadores lo que quieren ver? A diferencia de otros programas, en La Isla de las tentaciones el casting es directo, lo que se conoce como un casting cerrado. Es decir, no lanzan una convocatoria en la que quien quiera puede inscribirse, sino que es la productora quien busca a los concursantes. "Tenemos muy claros los perfiles que queremos para la composición de parejas y el equipo se encarga de buscarles de forma activa tanto en redes sociales como en cualquier soporte digital o en la calle", explica Gonzalo. Aunque considera que esta forma de elegir a los concursantes es más complicada, cree que es la "más efectiva" para sorprender al espectador.
Hay muchas cosas que nosotras no sabemos y nos enteramos ahora, igual que los chicos se enteran de cosas nuestras
Como el programa se graba meses antes de su emisión, lo que sí les pide la productora es discreción. De hecho, firman un contrato de confidencialidad. Hasta que el programa no se emite, ni las parejas ni los solteros pueden hablar de nada de lo que ha pasado en público y tienen que ser especialmente cuidadosos en redes sociales. Lo mismo pasa durante la grabación: pueden decirle a su entorno más cercano que van a participar en La isla de las tentaciones, pero sus seguidores no deben sospechar nada, algo complicado para algunos concursantes que ya trabajaban como influencer antes de participar en el programa. Es el caso de la propia Claudia, que ha contado que antes de marcharse a República Dominicana tuvo que dejar contenido preparado para que otra persona lo subiera por ella a su cuenta de Instagram durante varias semanas.
Otro de los secretos que ha desvelado la joven es que los concursantes se enteran de muchas cosas que han hecho sus parejas -ya sean fechorías, llantos o muestras de amor- durante la propia emisión del programa, ya que no ven previamente lo que se va a emitir. "Vemos el programa a la vez que vosotros. De hecho, hay muchas cosas que nosotras no sabemos y nos enteramos ahora, igual que los chicos se enteran de cosas nuestras", explica. Y puede que esa espontaneidad haya sido precisamente parte del éxito del programa. Porque "cuando piensas que ya no hay nada que te pueda sorprender, llega un nuevo casting y te deja con la boca abierta", concluye Gonzalo.
Conforme a los criterios de